Ya decía yo que el parpadeo descontrolado de mis ventrículos no era normal. 
Me advertía de que algo va mal.
Pronto se cumplirá la fecha de caducidad.
Tendré que marcharme de la ciudad.

Amoldarme a los días sin más,
a los reencuentros y cena familiar.

Este año habrá que dar muchas explicaciones,
y yo no sabré por donde empezar.

No quiero volver a casa por navidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog