Y vamos cayendo como las hojas del invierno, que caen y son pisoteadas por los pies de la ciudad. Seguro que has caído en otras hojas inferiores que se mantienen.

Yo caí al asfalto, crujiendo como cruje la carne cuando le introduces una estaca, descomponiéndome hasta que llegue la lluvia y me arrastre hasta el alcantarillado más cercano.

Ojalá llueva pronto.


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