Me alegra que haya llovido, la naturaleza sabía que tenía que tener una tapadera para llorar sin que nadie se diera cuenta. Así solo se fijarían en mi vestimenta y mi pelo completamente mojado. Ella sabía que era mi momento de explotar, de poner cada canción significativa para mí y romper a llorar como una niña a la que le han roto su muñeca de la infancia, a la que le han roto todas las etapas de su vida. Siempre los hombres, aquellos que nos dan la felicidad y pueden hacer que pierdas la vida.

Esta noche he bebido demasiado, y quizás otra cosa más, y con el acompañamiento de la música he salido otra vez a la lluvia, a disfrutar de las calles vacías, como mi vida.

He estado a punto de ser atropellada, me he vuelto a joder el pie, pero la liberación interior que he conseguido es lo más maravilloso que me ha podido pasar. Después de seis meses he podido llorar, gracias, como siempre, a mi querida naturaleza, ayudándome siempre en mi vida perdida.


Comentarios

Entradas populares de este blog