Entradas

Mostrando entradas de 2021
 Ay, mujer te han obstruido la creación de tu vientre con consejos para ser una mujer fuerte para que tus senos y tu cuerpo no se debiliten. Ay, mujer no piensan en ti en su futuro solo en presente discontinuo recordándote otro pasado que no es el tuyo. Ay, mujer deciden por ti, hablan por ti, juzgan todo lo que quieres decir, solo por ser fuerte no se preocupan por tu porvenir. Ay, mujer y tú te preguntas, ¿pero qué saben de ti? ¿Saben, acaso, si siendo fuerte has sido feliz? ¿Saben, acaso, que ser fuerte no ha dependido de ti, sino de circunstancias que has sufrido y padecido y no ha quedado otra alternativa que sobrevivir?
 Ha llegado la tormenta disfrazada de calma, con un as en la manga que ha soltado sin dejar suspiro. Mamá, no llores, ya se ha ido. Que el trauma ya no duele, que ya no encoge, que nuestro corazón te quiere, que ya no sufre, que tu fuerza y la buena educación nos sigue, lo llevamos por bandera, la bondad vence. La consciencia ya no se remueve. Lo has hecho bien, lo has hecho mal, pero no nos has abandonado. Mamá, no sufras, ya no hace daño.  Nunca ha sido padre, aunque a veces nos lo hayas recordado, nunca ha sido padre, ha sido el engendrador pero no el padre, y así lo hemos vivido, una constante venganza amorosa y no un cariño paternal. Mamá, no consientas, no va a ganar. Estás aquí, estás ahora y lo estarás siempre, que no por estar lejos se quiere menos, que no por rehacer tu vida somos la opción, que no por quererte a ti misma hemos dejado de ser tu prioridad. Mamá, no llores, vuelve a creer vuelve a ser la mujer que una vez tuviste que dejar de ser, empodérate, enfréntate al pasa
 Si hubiera sabido que una flor sería el único recuerdo que tendría de ti, la habría guardado entre los libros que nunca hubieran hablado de nosotros. Si hubiera sabido que pronto se apagaría tu luz, no habría echado cenizas en la vela que en primavera encendimos y que el verano consumió. Si hubiera sabido que tus ojos verdes cerrarían para siempre, habría contenido mi orgullo para que no te hiciera desaparecer. Si lo hubiera sabido, no me habría alejado tanto aunque el sufrimiento hubiera sido inevitable, aunque al final hubiera acabado en desastre, aunque tu orgullo no me dejaba estar cuando el cáncer venía a visitarte, pero lo hubiera intentado, aunque fuera tu última vez. Ahora, que he sabido que hace dos años que el mundo dejaste, que has dado vida a una hija para recordarte, mi conciencia no para de pensar en lo que habría pasado si me hubiera quedado.