Tengo un cuentagotas a destiempo. Va marcando el tiempo según la caída, según la humedad de mis ojos. A veces se entretiene deslizándose por mi cara, otras, en cambio, caen directamente a mi pierna, humedeciendo mis pantalones rotos de forma circular.

El miedo al abandono, al olvido, poco a poco se va apoderando de mí. Mi corazón con cada latido descontrolado ahogando mi pecho, dejándome durante algunas décimas de segundo sin respiración, me obliga a no crearme falsas ideas sobre lo que me rodea, a no llamar a nadie, a pasar absolutamente de todo(s).

Me obliga a permanecer en el transcurso de los días sin ningún cambio emocional, totalmente neutral. y en verdad es él el que marca el ritmo de mi vida; un latido descontrolado más, y acabará explotándome.

Tengo que volver a acostumbrarme...



Comentarios

Entradas populares de este blog