"Es una gran cicatriz en el corazón que durará siempre, pero en el momento de narrar esta página de mi vida, mi corazón palpita como si fuera a remover ruinas queridas" dijo una vez Gustave Flaubert.

Cuantos balcones, encuentros, despedidas llevo a la espalda. Cuantas huidas sin ninguna razón, cuantos abandonos, cuantos moratones, cuantas flechas rotas clavadas, sin ningún medio para sacarlas.

Cuantos momentos... para nada. 

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