Su sonrisa iluminaba más esa noche que la lámpara que nos iluminaba, 

encendiendo las risas, 

acelerando el tiempo, 

comiéndonos las ganas de comernos.

Hacía tiempo que no había visto al completo el firmamento.
El mundo estaba abajo, 

nosotros ya no estábamos dentro, 

eramos la estrella nueva que mantiene los deseos de las ya muertas.

Ésta vez, 

quiero formar una constelación contigo y dejar a las fugaces pasar.


Ésta vez,
me has cumplido.

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