Nací con la música incluida en mis oídos, percibiéndola en el inicio de la vida desde los oídos de mi madre, he crecido con ella, tarareando sonidos y letras, descubriendo nuevas melodías desde pequeña mientras mi madre salía en antena. La música ha estado presente en todos los cambios y etapas de mi vida, antes, en la transición del cambio, y después.
Música para dormir, para reír, para bailar, para llorar, para pensar, para desconectar, para follar y hacer el amor... siempre música.
Uno de los grandes placeres de mi vida que nunca dejaré de disfrutar.
Música para dormir, para reír, para bailar, para llorar, para pensar, para desconectar, para follar y hacer el amor... siempre música.
Uno de los grandes placeres de mi vida que nunca dejaré de disfrutar.
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