Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2015

Reflexiones incompletas

Estoy cansada del individualismo colectivo en el que vivimos. El mundo está formado por un grupo de masas que buscan la aceptación de la sociedad con un "me gusta", y se sienten abandonados cuando nadie le escribe, lo que crea una dependencia digital y una obsesión por ser el centro del interés ajeno. Vivimos en una sociedad donde todas nuestras necesidades están cubiertas por un dispositivo móvil, menos el acto sexual, lo que conlleva a buscar personas esporádicas para cubrir esa necesidad vital. Ahora ¿quién se siente solo teniendo whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram, Youtube...? Aquellos que no reciben respuesta.  Estas redes sociales nos han omitido la sensación de echar de menos, concepto importante para crear un vínculo con otra persona. Las páginas de contactos se han convertido en una parte esencial de nuestra búsqueda del amor, por ello creamos perfiles donde creamos un ego por encima de nuestras capacidades, utilizando la tecnología para encubrir nuestro
La frustración, el odio y la ira que me provocaba un miembro de mi familia, hacía que cada noche se me apareciera en las pesadillas matando a las personas que quería. Como la visión de una pintura que te adentra sin saber el comienzo de la creación, me adentré en el momento del acto sangriento. ÉL conducía un coche de marca no recordable por una carretera secundaria, solitaria, a varios kilómetros de euforia dañina. Varios miembros de mi familia corrían a cámara lenta intenta ndo huir del inevitable atropello; vi en primer plano la cara de ÉL, desfigurada por la fuerza de sus dientes apretados y salientes de su rostro, los ojos rojos, ciegos, con el único objetivo de matarlos. Presencié, en el tiempo que transcurre el sueño, como atropellaba uno a uno a mis seres queridos. Conforme eran aplastados por las ruedas delanteras, sus cuerpos se iban descuartizando, retumbando en el asfalto órganos, huesos; los trozos de carne por los aires; mezclándose las partes de cada uno, haciéndose
La única guerra que quería que presenciaras  eran la de nuestros dedos jugando con nuestros cuerpos  a encontrarnos las cosquillas, provocarte sonrisas tan grandes como la distancia que nos separa, hacerte más amenas las noches de guardia. Usar como trinchera mi cama,  salvarnos del frío de la madrugada y al despertar ver tu cara de paz,  esa paz que falta en este maldito mundo. Inevitablemente el tiempo pasa,  y terminó la guerra acordando ser amigos a pesar de los momentos que compartimos. Y la trágica noticia para mí, pero supongo que honorable para ti, de marcharte a salvar lo insalvable ha caído en mí como un bombardeo. Ese bombardeo que prefiero sentir yo, en vez de tú, en la guerra de los países malditos.
Imagen
Era una sentimental sin-ti-mental mentalmente inestable, lo que le provocaba delirar en su imaginación, creando momentos que no se realizarán nunca pero deseándolos a cada momento por si una noche, sin esperarlo, pasaba una estrella fugaz por su ventana, o por su cama, y se cumplía sus fantasías. Pero su manía de querer sentir por alguien para descubrir lo que tenía dentro de sí le hacía vivir en un mundo paralelo donde dolía menos, pero locurizaba más. Su manía de indagar en la profundidad de la mente le hacía perder la suya. Dos años da para una decena de universos paralelos, en los que la querían con locura, que el sin ti, era contigo, que el allí, era aquí, ahora, que las bocas temblaban, las piernas gemían del crujir que provocaba el movimiento, no estábamos limitados al tiempo del comienzo ni de la despedida. Tantos universos paralelos, y he despertado de todos.
Si en algún momento de tu vida te acuerdas de mí, puedes decírmelo, no importa si han pasado muchos días, meses, o años; aunque hayas desaparecido sin más, aunque no hayas querido tener una relación, aunque me dijeras que no estabas preparado para estar con una chica como yo, aunque me dijeras que era la chica perfecta en el momento equivocado, aunque tuvieras que irte a otra ciudad u otro país, puedes decírmelo. Los sentimientos se han quedado en el agujero negro de cada válvula de mi corazón, y con el bombeo se han desecho,  esparciéndose en el recuerdo emocional próximamente olvidado, que de la misma manera ya no siento. Si te acuerdas de mí, háblame, nunca he sabido tener rencor hacia las personas que no han querido quedarse, ni a las que me han hecho daño, ni a las que me han abandonado. Si te acuerdas de mí, háblame, para saber si todo lo que viví mereció la posterior pena, y no quedó todo en el olvido. Si te acuerdas de mí, dímelo, yo ya no me atrevo a hacerlo.
Imagen
Siempre he existido en el punto intermedio entre dos opuestos, por eso cuando me preguntan por mí,  no sé que decir, no se definirme, ni limitarme a algo; expando mi mente  y aumento mis conocimientos cuando descubro algo desconocido,  recordándolo a corto o largo plazo,  según lo que afecte a mi vida. Estar en un punto intermedio es no poder estar ni contigo ni conmigo, por eso prefiero estar en el punto intermedio, a estar sin mí.