Suelta mi ancla y vete
rema muy lejos
donde no pueda verte
donde no me arrepienta
y nunca vuelvas.

Deja que me hunda

que ya no sienta
que ya no sufra.

A tantos he demostrado mis sentimientos,

y ninguno se ha quedado a mi lado.

Todos fuera.


Me basto a mí misma para hundirme y dejarme flotar,

aunque el peso de la frustración a veces me lo impida.


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