Había una vez un hombre en mi vida que me quiso,
que me quiso tanto que se apropió de mi vida,
me tenía encerrada entre la posesión y los celos,
los reproches, la sumisión
siempre a su disposición.

Había una vez un hombre en mi vida del que me enamoré

y no se porqué
quizás porque tuve demasiados capullos en mi abono que crecieron hasta fortalecer sus raíces para salir corriendo
pero éste se quedó,
absorviendo mis vitaminas amorosas y emocionales
convirtiéndome en simples heces que le daban buena suerte.

Había una vez un hombre en mi vida

que no tenía nada
por eso quise darle una vida mejor
y le dí la mía,
imperfecta pero viva.

Había una vez un hombre en mi vida

al que anulé mi ser para traspasarlo al suyo
como las cuentas sin contraseña 
del que casi todo el mundo se aprovecha.

Había una vez alguien que quería quedarse,

pero ya no.

Comentarios

Entradas populares de este blog