Todos creían que era fuerte.

Caminó por brasas,
abrazó a cactus,
se cosió las heridas en carne viva,
le hizo frente al monstruo de su vida,
siguió sin ti,
se rió constantemente de la muerte.

Pero cuando todo el mundo se marchaba,
lloraba,
saliendo de su coraza,
desangrándose,
para recuperarse y volver a la misma guerra al día siguiente.

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