Los días de tormenta son los que hacen que mi vida merezca la pena,
mientras que los días soleados hacen inerte mi existencia.
Sobrevivo a base de tonos grisáceos,
como un retrato en blanco y negro desgastado por el tiempo.

Sobrevivo a base de frío
para mantener mis sentimientos bajo cero y no sufrir.
Sobrevivo a base de historias frustradas
para recordarme que cualquier tiempo pasado pudo ser mejor y tampoco lo fue.
Sobrevivo a base de recuerdos que se olvidan de almacenar los momentos traumáticos,
haciéndolos presentes.
Sobrevivo a base de todo,
más bien de nada,
pero aun así,
sigo mi marcha.

Comentarios

Entradas populares de este blog