Nur Campos

Ella, que siempre analizaba todo movimiento de los hombres hacia ella, un día despierta, y se da cuenta de que puede vivir consigo misma solo cuando no piensa. Dejó de pensar, y comenzó a decir a todo a su alrededor que si, dijo sí a la vida, dijo sí a la muerte, dijo sí al sexo sin amor, dijo sí a las cosquillas, al sadomasoquismo, dijo sí al amor. Y todos afirmaron con ella. prohibidos, obsesivos, bohemios, adictivos, heridos, drogadictos, sadomasoquistas... En ese orden. Después de hacerle la guerra, de morderla, de arañarla, de intentar ahogarla, desaparecían, dada la guerra por terminada. Y ahí quedaba, llena de secuelas, y ninguna cicatriz que tuviera que ver con el amor.

Siempre seré la eterna segundona. El segundo plato nocturno cuando el primer plato del día te ha sabido a poco, Cuando no tienes nada que llevarte a la boca Y sacias tu hambre con mi cuerpo, Dejándome los restos del primero. Soy la amante que esconden entre lugares primeramente mágicos, Perdidos, Entre la ciudad donde no nos recuerden, Donde no tengamos que darnos a conocer, Donde ella no pueda descubrirte; Siempre entre la oscuridad y la luna llena, Para seguir buscando al día siguiente su chica perfecta en el momento perfecto. Soy como la actriz secundaria que se enamora del protagonista, Le hace la vida más fácil, Mientras él la utiliza para olvidar a la protagonista que, Como siempre, Acaban juntos y felices, Y ella dañada y defectuosa. Soy la máquina de follar de Bukowski, Pero con sentimientos oprimidos que se me pudren por dentro y oxidan mi cuerpo. Soy la amante de la noche, Cuando se reproduce el efecto de la bebida y os hac

Mi vida siempre ha formado parte de los cuentos de princesas que nos hacían ver de pequeñas, He sido abandonada por mi padre, He sido despreciada por mi madre, He sido desterrada por mi madrastra, He luchado por todo y no he salvado nada. He sido encerrada en mi propio mundo lleno de mentiras punzantes, He triplicado los deseos de la lámpara multiplicándolos cada año, He sido la bestia que se destroza interiormente a sí misma, He intentado ser la salvadora de vidas ajenas que se han descuartizado en cada salvación fallida, He sido creyente de príncipes azules hasta que envenenaron mis labios y llenaron mi cuerpo de cicatrices, Fui dada de vuelta a la vida humana cuando Peter Pan violó mi alma perdida. He sido una más en cada mentira, Que meta el tiempo con letras simples, Que malgasta su vida en busca de una felicidad inexistencia y ficticia.

Alguien que sobra nunca falta, Y yo siempre he sido de esas personas que sobran en la vida de los demás, Una cabeza loca mal influenciable que no sabe qué hacer con su vida, Mientras otros se organizan. Intenté sentar cabeza, Y al sentarla, De tanto beber, Me mareaba en el mismo círculo traumático del abandono, Y desde entonces no puedo estar quieta. Nunca he entrado en vuestros planes, Y seguís manteniéndome por si se os enciende la luz de reserva y no tenéis a nadie. Por eso prefiero darlo todo por perdido desde el principio, Porque siempre intento ser la salvadora, Y para nadie soy imprescindible. La atípica anormal que os creará los recuerdos olvidados en el mismo instante.

Demasiado sensatos para hacer algo solo por intentarlo, Demasiado conscientes para dejarnos llevar pensando solo en el presente, Demasiado cobardes para confesarnos con los ojos en vez de con las manos, Demasiado escritores para lo poco que nos contamos, Demasiado analista para no sufrir, Demasiado independiente para complementar mi vida. Sigo inerte, Y tú igual de egoísta; Si dejáramos de ser tan sensatos, analistas, realistas, cobardes, Tu y yo, Podríamos haber sido felices.

¿Sabéis? Nunca se me han dado bien los amores diurnos. Siempre han sido nocturnos, Oscuros, Con finales infelices, Afinales, Sin terminar, Aún en el aire, Que mis pulmones no tolera, Y me atraganta al intentar respirar. Siempre con un cuerpo de por medio, O cientos de kilómetros. Nunca se me han dado bien los amores de verano, Prefiero los de otoño, Que me hagan caer, Los de invierno, Que me congelen los sentimientos, La primavera, En cambio, Siempre hace volver a los capullos al abono que no quisieron crecer, Pero ya se encarga el sol del verano de quemarlos. Nunca se me ha dado bien el amor, Tampoco lo he tenido, Solo lo entiendo si hay cerveza, polvo, Música, droga, risas de por medio, Abandonos de por miedo, Y al final siempre acabo igual, Mas sola que el barco nocturno que acaba de zarpar con mi alma a ninguna parte, Dejando el punto muerto en el reloj de arena, Dejando inerte lo sentimental, Volviendo a estar

He superado el número de fracasos en un año, He superado el número de veces en las que me he ilusionado y me han abandonado, He superado el número de despedidas inacabadas que no han sido cerradas, He superado el número de kilómetros hechos por alguien, Para volver sola y vacía. Y luego me preguntáis que porqué no creo en el amor.

He intentado ser como tú, Cambiar mi cama por las camas ajenas, Sin luz, Con los ojos cerrados para no ver el rostro que tenía moviéndose encima de mí, Para imaginarme que eras tú el que estabas entre mis piernas, Pasando la mano por mi cuerpo débil. Y después marcharme, Dejando mi olor en hogares ajenos que quizás no vuelva nunca, Mordiscos y arañazos que tardarán en desaparecer. He intentado ser como tú, Una inerte sentimental desplazándome a la ciudad solo por placer, Sin sentimientos, Y no me siento bien. Pero ahora te entiendo, Y me he dado cuenta de que me estoy convirtiendo en ti, Con carne débil y corazón duro. Llevo tanto tiempo manteniendo la congelación de los sentimientos hacia el amor, Que ya ni siquiera el centro de la tierra puede derretirlo. He intentado ser como tú, Y lo he conseguido.

Dejé de ser la hija perfecta desde que el abandono separó la unión imperfecta, Dejé de representarlo cuando desapareció la madurez familiar, Heredándolo yo antes de tiempo. Dejé de ser hija cuando mataste tu función de padre, Cuando decidiste que yo no representaba tu sangre, Cuando decidiste hacerme la vida imposible. Siempre me han honorado ser perfecta, Pero no soy yo la que cumple el cargo, Sigo sobrepasando el límite de la oveja negra.

Desde pequeña, He entendido el amor como un medio de salvación entre la pareja, En empujarlas hacia el centro de la tierra con una soga al cuello, Tirar, Y salvarlas ahogándolas en el transcurso. Ela mor lo entiendo fuerte, Fuerte de voz, De mucho ruido, A base de golpes. El amor lo entiendo libertad, Libertinaje, Sexo oculto, mentiras, lágrimas. El amor lo entiendo sumisión, Ver, oír, callar, Perdonar setenta veces nunca.

Demasiadas putas hay en el río para lo poco que suena, Demasiadas veces he visto moverse el molino con un hilo de agua, Demasiadas veces he dicho “de esta agua no beberé” y he acabado intoxicada. Demasiados amores garrapata para las tan pocas ganas que tengo de desparasitarme, Demasiada gente buscando el amor para lo tan poco que se hace.

Advierto, Nunca aseguraré una vida a mi lado firme y sensata. Sangraremos, Dolerá, Caeré una y mil veces, Y no querré que me levantes. Necesitaré tus manos, Tu cuerpo y tu boca de vez en cuando, Y vibrarán cada vez que nos riamos de la puta vida que nos espera. Que las penas siempre están presentes, Pero guardadas bajo llave para que no se alegren. Siempre he sido independiente, Pero a veces, Algunas pocas, Bastantes, Casi siempre, Necesito saber que alguien sonríe cuando escucha mi nombre. Que no, Que no tienes que preocuparte, Solo hazme sentir que no estoy sola en este mundo de antiguos sentimientos desde hace ya tiempo inertes.