Alguien que sobra nunca falta,
Y yo siempre he sido de esas personas que sobran en la vida de los demás,
Una cabeza loca mal influenciable que no sabe qué hacer con su vida,
Mientras otros se organizan.

Intenté sentar cabeza,
Y al sentarla,
De tanto beber,
Me mareaba en el mismo círculo traumático del abandono,
Y desde entonces no puedo estar quieta.

Nunca he entrado en vuestros planes,
Y seguís manteniéndome por si se os enciende la luz de reserva y no tenéis a nadie.

Por eso prefiero darlo todo por perdido desde el principio,
Porque siempre intento ser la salvadora,
Y para nadie soy imprescindible.


La atípica anormal que os creará los recuerdos olvidados en el mismo instante.

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