¿Quieres que te diga la verdad?

No te echo de menos.
Ya no echo de menos tus llamadas después del trabajo,
ni las noches que se nos convertían en amaneceres,
ni el primer mensaje que recibí en año nuevo.

No echo de menos tus retos,
ni tu sonrisa, ni tu voz,
ni tu bigote de batman.

No echo de menos tus imágenes de chocolate y fresas,
no echo de menos escribirte cartas,
ni que me escribas;
en realidad no recibi ninguna.

No echo de menos contarte mis historias,
que quizás no te importaban,
no echo de menos que ya no me hables,
ni que quieras seguir jugando conmigo.

No echo de menos las sonrisas que se me escapaban en el silencio,
ni nuestras caras de tontos cada vez que nos mirábamos.

No echo de menos tu nombre escrito en mi pecho,
ni el te odio de tu brazo.

No te echo de menos,
ya no.


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