Ha llegado la tormenta disfrazada de calma, con un as en la manga que ha soltado sin dejar suspiro. Mamá, no llores, ya se ha ido. Que el trauma ya no duele, que ya no encoge, que nuestro corazón te quiere, que ya no sufre, que tu fuerza y la buena educación nos sigue, lo llevamos por bandera, la bondad vence. La consciencia ya no se remueve. Lo has hecho bien, lo has hecho mal, pero no nos has abandonado. Mamá, no sufras, ya no hace daño. Nunca ha sido padre, aunque a veces nos lo hayas recordado, nunca ha sido padre, ha sido el engendrador pero no el padre, y así lo hemos vivido, una constante venganza amorosa y no un cariño paternal. Mamá, no consientas, no va a ganar. Estás aquí, estás ahora y lo estarás siempre, que no por estar lejos se quiere menos, que no por rehacer tu vida somos la opción, que no por quererte a ti misma hemos dejado de ser tu prioridad. Mamá, no llores, vuelve a creer vuelve a ser la mujer que una vez tuviste que dejar de ser, empodérate, enfréntate al pasa
Viento, arranca raíces, mata flores, destruye balcones, y llévate mis huesos deformados, ya no me sirven. Lluvia, sigo sin paraguas, mójame todo lo que tu quieras, hace que tenga sentidos, haz que esta flor débil no muera. Noche, no te vayas nunca. Pero siempre habrá un nuevo amanecer que hará que todo vuelva a la tranquilidad. Y yo deje de escribir.
Lo único bonito que escribo, todo el mundo lo ve triste, pero es precioso. Es nostalgia, melancolía, tristeza, sensibilidad profunda, y también forman parte de los sentimientos. Veo belleza en la gama de colores grises de las nubes, que se desplazan majestuosas sobre un cielo azul demasiado básico. Veo belleza en las líneas relativas que separan unas de otras. Veo belleza en las gotas de lluvia que producen una melodía tranquilizadora al hacer sonar las hojas secas, esas gotas que erizan la piel cuando abundan en tu cuerpo. Ya lo dije una vez, los días soleados hacen inerte mi existencia, en cambio,los días nublados ablandan la sequedad y dureza de mi coraza. Esta noche no ha llovido, tampoco en mi mundo paralelo, pero echaba de menos no hablar de ello.
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