Intentaba pensar que no, pero fuiste un verdadero buitre,
comiéndote toda la carne que existía
mientras no era consciente de lo que ocurría.
Y cada semana te volvía a dejar para que me comieras,
sin darme cuenta de que sólo tenías hambre,
esta ave rara, más tirana que inocente,
se dejaba comer para darle sentido a su carne.
Y ahora que me has dejado en los huesos, no quieres nada.
Los buitres nunca cambian.
comiéndote toda la carne que existía
mientras no era consciente de lo que ocurría.
Y cada semana te volvía a dejar para que me comieras,
sin darme cuenta de que sólo tenías hambre,
esta ave rara, más tirana que inocente,
se dejaba comer para darle sentido a su carne.
Y ahora que me has dejado en los huesos, no quieres nada.
Los buitres nunca cambian.
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