Esta mañana, he escuchado como las nubes comentaban la forma de los seres que veían en el suelo.

Hablaban de una chica que siempre iba en el limbo,

con la música en sus oídos,

paseándose por todas las calles sin pararse.

Se le veía perdida.

No miraba hacia ningún lado, solo al suelo, al asfalto.

Se preguntaban entre las nubes hacia dónde se dirigía,

pero siempre desaparecía al torcer la esquina.

Lo que no sabían era que aquella chica volaba escondida por encima,

y ninguna nube veía más vida arriba.

La chica desaparecía para hacer volar a su ave rara sin que nadie se diera cuenta.

Ya habrá alguien que mire por encima de las nubes.