De vez en cuando un mordisco no viene mal, dijo la caníbal.
Entre mordisco y mordisco, acabó comiéndoselo.
No pudo resistir la tentación.

Excepto el corazón,
todavía es invierno, aún no se ha descongelado.
Tendrá que esperar a que sea verano.

Comentarios

Entradas populares de este blog