Si te digo la verdad,
en días de delirio, de calor en la frente,
y escalofríos en el cuerpo,
es cuando más me acuerdo de todo.

Si te digo la mentira,
no echo de menos nuestras noches fugaces,
no echo de menos tu cara de tonto al verme,
y esa sonrisa sincera que se escapaba entre el silencio.

Si te digo la mentira,
no echo de menos tu voz tierna diciéndome "pequeña",
no echo de menos nuestros juegos,
que nos evadía a un mundo sin tiempo.
No echo de menos la espera por verte aparecer,
y que a partir de ese momento comenzara mi día.

Si te digo la mentira,
no echo de menos las historias,
las que contamos y las que nos quedaban por contar.

Si te digo la verdad,
soy más débil de lo que parezco.

Si te digo la mentira, 
no te echo de menos.



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