Hay días en los que te levantas y te acuestas diferente.
Hay verdades ocultas que descubres y se clavan.
Intentas pensar cada mañana que abres los ojos "hoy va a ser un buen día".
Pero cuando terminas la frase ya sabes que no va a ser así.

Cuando era pequeña, cuando aún no era muy consciente, descubrí la mayor verdad oculta que nunca hubiera querido descubrir; 
la causa del principio de mi tormenta.

Desde entonces, suelo introducirme en los medios que puedo utilizar para descubrir verdades, evidencias, pequeños matices y detalles que hacen que poco a poco encaje todo; y encuentre las respuestas a todas mis preguntas.

Y por cada verdad que descubro de vosotros, un clavo se introduce en mi pecho,
dejándome sin respiración por unos segundos.
Después pasa el tiempo, aciertan mis sospechas.
Y todo cobra sentido.

Todo menos yo, que sigo indagando y desordenando mi vida.
Desordenando mi mente,
no dejando que mis sentimientos tengan el derecho de ser expresados.
Dejando que pase el tiempo y huir de este país.
Y no volver jamás.

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